lunes, 27 de abril de 2009

Pasaia - La Herrera: zona cero (I)


Pasaia - La herrera.
Zona cero.


Se esconden allí detrás, entre la niebla, y a menudo formando parte de ella...

Este es mi paisaje cuando andurreo la camara cerca de casa. Una bahía natural, hermosa, privilegiada, convertida en poco más que un vertedero, encierra muchos contrastes apetitosos para un ojo atento. Durante los últimos 8 años habitando sobre la frontera misma entre Pasaia y Donostia, estos paseos se ha hecho un hueco en mi memoria.

lunes, 13 de abril de 2009

Con el viento de cara



Azota el cierzo.

Con fuerza, no es casualidad. Aquí los elementos imponen a menudo sus reglas sin previo aviso. Estamos en el desierto de las Bardenas reales de Navarra, hasta donde hemos llegado persiguiendo el atardecer en busca de alguna fotografía. Afuera no se puede ni estar así que nadie quiere oír hablar de abandonar el coche. El mismo True, que normalmente es abrirse la puerta y salir disparado ladrando, se ha hecho hoy el despistado.

Después de farfullar un poco me bajo a probar suerte y doy una vuelta sin grandes resultados. Sin embargo obtengo mi premio de vuelta al coche, esta simpática foto.




De retorno a casa el sol logra abrirse paso entre las nubes. El trigo que aún verdea brilla con la luz. Se forman olas que cruzan los campos hasta el horizonte. Tierra de contrastes. Bajo del coche y monto el trípode. El mismo viento que hace un rato me incordiaba me brinda ahora la oportunidad de jugar con el trigo.

O tal vez sea centeno?



Zurriola Aste nagusia



Se cerró el plazo del concurso. Se han
presentado nada más y nada menos que 1577 carteles! Y es que si algo caracteriza a este festival, es precisamente su caracter popular. Sobre todo desde que se incorporo como escenario la playa de la Zurriola.
Esta foto del edificio Kursaal es la que he utilizado como fondo en el cartel.
Agosto, Zurriola, aste nagusia, con los pies en el agua... que placer...

44 Heineken Jazzaldia


Con motivo de la 44ª edición del Heineken Jazzaldia, la organización ha propuesto un atractivo concurso para elegir el cartel de este año. El éxito ha sido tal que ya van por 700 las obras presentadas, con una calidad mas que notable
He tenido la inmensa fortuna de asistir acreditado como fotógrafo al Jazzaldia, durante cinco años. James Brown, Maceo Parker, Cassandra Wilson, Bebo Valdés… a escasos dos o tres metros y con una cámara en la mano! Vaya, que no he podido evitar ponerme manos a la obra y presentar un par de propuestas para el concurso.

He elegido dos fotografías diferentes, una de Nils Meter Molvaer y otra de Maceo Parker. En segundo plano una vista del edificio Kursaal desde la Zurriola, y como fondo una pintura de mi buen amigo JuanKar Cardesín.




A mi viejo Pentium todo esto le ha sentado fatal, y sufre una terrible indigestión. No obstante, durante el proceso de creación del cartel el archivo llegó a pesar hasta 1,25 Gbytes. Anteayer se reinició el solito unas 20 veces el muy cabrón. La de horas que me ha hecho perder…

Por cierto, un saludo para Famara de donde recibí noticias hace bien poco. Aquella llamada del tío Atún, para hacer unas fotos aprisa y corriendo a la colección de la pirotécnica Caballer, nos abrió meses más tarde a Lance y a mí las puertas del Jazzaldia. .En septiembre tengo vacaciones amigo, gracias por tu invitación, tal vez este verano regrese a la isla.

Salud amigos!


Extracto de ExPIII





Carta a un maltratador




"Solydarydad"

Impresión digital sobre PVC
100x70cm
2004

Es bueno ver que hay jóvenes dispuestos a cambiar el mundo

Carta a un maltratador

Escrita por Fernando Orden Rueda 2º de Bachillerato, de Ciencias de la Salud. IES Bioclimático, de Badajoz. II Premio del II Concurso Nacional 'Carta a un maltratador', convocado por la Asociación 'Juntos contra la violencia doméstica'

Para ti, cabrón: Porque lo eres, porque la has humillado, porque la has menospreciado, porque la has golpeado, abofeteado, escupido, insultado… porque la has maltratado. ¿Por qué la maltratas? Dices que es su culpa, ¿verdad? Que es ella la que te saca de tus casillas, siempre contradiciendo y exigiendo dinero para cosas innecesarias o que detestas: detergente, bayetas, verduras… Es entonces, en medio de una discusión cuando tú, con tu 'método de disciplina' intentas educarla, para que aprenda. Encima lloriquea, si además vive de tu sueldo y tiene tanta suerte contigo, un hombre de ideas claras, respetable. ¿De qué se queja?

Te lo diré: Se queja porque no vive, porque vive, pero muerta. Haces que se sienta fea, bruta, inferior, torpe… La acobardas, la empujas, le das patadas…, patadas que yo también sufría.

Hasta aquel último día. Eran las once de la mañana y mamá estaba sentada en el sofá, la mirada dispersa, la cara pálida, con ojeras. No había dormido en toda la noche, como otras muchas, por miedo a que llegaras, por pánico a que aparecieses y te apeteciera follarla (hacer el amor dirías) o darle una paliza con la que solías esconder la impotencia de tu borrachera. Ella seguía guapa a pesar de todo y yo me había quedado tranquilo y confortable con mis piernecitas dobladas. Ya había hecho la casa, fregado el suelo y planchado tu ropa. De repente, suena la cerradura, su mirada se dirige hacia la puerta y apareces tú: la camisa por fuera, sin corbata y ebrio. Como tantas veces. Mamá temblaba. Yo también. Ocurría casi cada día, pero no nos acostumbrábamos. En ocasiones ella se había preguntado: ¿y si hoy se le va la mano y me mata? La pobre creía que tenía que aguantar, en el fondo pensaba en parte era culpa suya, que tú eras bueno, le dabas un hogar y una vida y en cambio ella no conseguía hacer siempre bien lo que tú querías. Yo intentaba que ella viera cómo eres en realidad. Se lo explicaba porque quería huir de allí, irnos los dos…Mas, desafortunadamente, no conseguí hacerme entender.

Te acercaste y sudabas, todavía tenías ganas de fiesta. Mamá dijo que no era el momento ni la situación, suplicó que te acostases, estarías cansado. Pero tu realidad era otra. Crees que siempre puedes hacer lo que quieres. La forzaste, le agarraste las muñecas, la empujaste y la empotraste contra la pared. Como siempre, al final ella terminaba cediendo. Yo, a mi manera gritaba, decía: mamá no, no lo permitas. De repente me oyó. ¡Esta vez sí que no!–dijo para adentro-, sujetó tus manos, te propinó un buen codazo y logró escapar. Recuerdo cómo cambió tu cara en ese momento. Sorprendido, confuso, claro, porque ella jamás se había negado a nada.

Me puse contento antes de tiempo.

Porque tú no lo ibas a consentir. Era necesario el castigo para educarla. Cuando una mujer hace algo mal hay que enseñarla. Y lo que funciona mejor es la fuerza: puñetazo por la boca y patada por la barriga una y otra vez…

Y sucedió.

Mamá empezó a sangrar. Con cada golpe, yo tropezaba contra sus paredes. Agarraba su útero con mis manitas tan pequeñas todavía porque quería vivir. Salía la sangre y yo me debilitaba. Me dolía todo y me dolía también el cuerpo de mamá. Creo que sufrí alguna rotura mientras ella caía desmayada en un charco de sangre.

Por ti nunca llegué a nacer. Nunca pude pronunciar la palabra mamá. Maltrataste a mi madre y me asesinaste a mí.

Y ahora me dirijo a tí. Esta carta es para tí, cabrón: por ella, por la que debió ser mi madre y nunca tuvo un hijo. También por mí que sólo fui un feto a quien negaste el derecho a la vida.

Pero en el fondo, ¿sabes?, algo me alegra. Mamá se fue. Muy triste, pero serenamente, sin violencia, te denunció y dejó que la justicia decidiera tu destino. Y otra cosa: nunca tuve que llevar tu nombre ni llamarte papá. Ni saber que otros hijos felices de padres humanos señalaban al mío porque en el barrio todos sabían que tú eres un maltratador. Y como todos ellos, un hombre débil. Una alimaña. Un cabrón.

La materia de los sueños


"Skyline Trintxerpe"
2004



La fotografía, al igual que cualquier otra actividad creativa, impregna nuestro entorno más cercano y racional con la materia de los sueños.
Cuando era aún muy niño, durante las largas vacaciones de verano, la cámara fotográfica de mi padre fué siempre un objeto cercano y accesible. Alli donde tantos otros críos encontraron limitaciones, para siquiera tocar tan preciado y frágil tesoro, yo recibí libertad, confianza, consejos y lecciones que se integraban de manera natural con mi afición por el dibujo y la observación de mi entorno.
Aquella recia y metálica caja de sorpresas, una mítica "Voigtlander", había ido llenando los cajones del armario de mi casa de cientos de fotografías que, rivalizando con el televisor, ofrecían la oportunidad de zambullirse en ellas durante las largas tardes de invierno.
No fue hasta mucho tiempo después en que volviendo sobre mis pasos, tras un mágico viaje a un inhóspito país africano, la cámara se convirtió en algo mas que un juguete, diría que casi en un medio de vida.
Sentí por primera vez la necesidad de sacar a la luz mi trabajo; me parecía un tanto egoísta que aquellas personas que tan amablemente habían posado para mi, aquellos desconocidos y exuberantes paisajes, reposaran olvidados en un oscuro cajón.
Y monte mi primera exposición a la que siguieron otras, y cuyo último trabajo junto con el colectivo ExP, un enorme collage de 15,6X2,4 metros, puede verse actualmente en la casa de cultura de Egía, en mi querido barrio. Si pinchas aquí podrás ver el mural.
La fotografía "Skyline Trintxerpe", realizada a partir de nueve imágenes superpuestas, es la primera de una serie de imágenes de mi entorno mas cercano, y que pretendo mostraros aquí en cuanto saque algo de tiempo.
Yoni Bismuler es el alter ego del "Tarzán de Erro", amén de uno de los personajes del fabuloso comic "Yoni Bismuler forever!".
Salud!

Porque sueño, yo no lo estoy


"Defla(gra)ción"


Impresión digital sobre dibond
100x70
2004

"Porque sueño,
yo no lo estoy..."