domingo, 6 de febrero de 2011

Cuadernos de Djibouti


Aunque tengo que retrotraerme al 31 de enero de 2001 para hablar de este viaje, me asalta inmediatamente la sensación de que haya pasado un siglo desde que visité la República de Yibuti.
Cuenta una leyenda que cuando los primeros colonos Franceses pusieros sus pies sobre el país mas caluroso de la tierra, un chacal moribundo yacía sobre la ardiente arena. ¿Que cómo fuí a parar a tan inhóspito lugar? Mi primo Alberto ejercía como profesor de castellano en un liceo Francés y espoleado por lo que de allí me contaba me lié la manta a la cabeza. Fueron tan sólo quince días, pero fueron sin lugar a dudas los más intensos que haya vivido nunca.
Aprovechando que guardo un importante archivo fotográfico, además de un extenso diario, inicio hoy una serie de entradas en las que trataré de recordar algunas de las peripecias que durante aquella grandiosa aventura tuve la fortuna de vivir.
Espero que os resulten tan interesantes y enriquecedoras como a mí me lo parecieron.